Es aquella época del año, específicamente en el mes de enero y julio de cada año, coincidentemente con las vacaciones de verano e invierno, en que suspenden las actividades de los tribunales.
En la feria judicial, los tribunales permanecen cerrados al público en general, quedando únicamente el personal de turno para atender aquellos casos denominados urgentes, por ejemplo:
Medidas cautelares
Amparos
Denuncias por violencia familiar
Cuestiones que den lugar a la "habilitación de feria", en la cual se le solicita al juzgado que resuelva determinados asuntos por ser considerados urgentes.
También implica que todos los plazos legales se suspenden, es decir, los plazos para contestar demanda y/o apelaciones quedan "suspendidas" hasta su finalización, siendo tratados con posterioridad.