El ex presidente peruano Alberto Fujimori recibió este lunes el alta médica de una clínica de Lima en la que había sido internado hace más de dos días para tratarse un episodio isquémico, informó el jefe del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), Julio Magan.


Magan explicó al Canal N que Fujimori volvió a su celda de la base policial de Lima donde cumple una condena de 25 años de prisión, y en la que seguirá recibiendo el tratamiento indicado.

"El diagnóstico final es un accidente isquémico transitorio, con estrés agudo e hipertensión arterial controlada. La recomendación del neurólogo es controlar la hipertensión y evitar el estrés. Los médicos del Inpe se encargarán ahora de seguir el tratamiento establecido por los neurólogos de la clínica", añadió el funcionario.

Por la mañana, Fujimori fue visitado por su hija Keiko Fujimori, líder del partido Fuerza Popular y aspirante a la presidencia de Perú, quien detalló que a su padre le hicieron una resonancia magnética antes de que se resolviera su alta.

En un discurso ya repetido, la hija del ex presidente peruano advirtió que el deterioro de la salud de su padre "tiene una correlación con el endurecimiento del régimen carcelario", al que juzgó ilógico porque es más estricto a medida que el ex mandatario envejece.

Operado en cinco ocasiones en la lengua por lesiones leucoplásicas, Fujimori ya había sido llevado en marzo a la clínica La Luz por una isquemia que le afectó la movilidad del brazo izquierdo.

Fujimori fue condenado en 2009 a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad, pena que cumple en una celda individual en la sede de la División de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía. El presidente Ollanta Humala rechazó en 2013 un pedido de indulto humanitario presentada por los hijos de Fujimori al considerar que el estado de salud del ex mandatario no merecía ese beneficio.

Fotografía difundida para dar lástima y lograr la obtención del indulto humanitario.

Recuerdos oscuros: 

¡Que nunca más! El 5 de abril se cumplieron 23 años del nefasto autogolpe de Estado perpetrado por el entonces mandatario Alberto Fujimori, contando con el respaldo de las Fuerzas Armadas.

Disolvió el Congreso de la República, se intervino el Poder Judicial y hubo persecución y detención de líderes de la oposición. En pocas palabras, fue un atentado directo contra la democracia peruana.

Aunque mucha agua ha corrido por debajo del puente desde esa época, las secuelas del autogolpe del 5 de abril de 1992 todavía son percibidas en el daño que se hizo a las instituciones del país.

Al respecto, el constitucionalista Alberto Borea manifestó: “El autogolpe se dio para acabar con la institucionalidad, y en los ocho años que siguieron se envilecieron las instituciones, incluidas las Fuerzas Armadas. Se hizo del robo, una costumbre sistemática; y de la impunidad, una norma”.

También recordó que dicha medida “hizo de la desaparición de los derechos políticos de los opositores una regla; y de la regimentación de la libertad de prensa y de la compra de medios de comunicación, una lamentable novedad’.


Por: ambito.com - trome.pe
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